Comienza la andadura de los "trabajadores de la salud" en el nuevo edificio de Valdecilla y, como no podía ser menos, empieza con problemas. Los trabajadores se quejan, no por el descontrol que supone abrir un edificio y tener que trasladarlo todo (en muchos casos lo han hecho ellos mismos), sino por las condiciones que se han encontrado algunos: malos locales o, al menos, inadecuados para ciertos servicios, vestuarios alejados del lugar del trabajo, falta de vestuarios para el personal de limpieza, etc.
Parece que uno de los temas más graves es éste: la sección sindical de USO afirma que el espacio habilitado para estos empleados (situado en un sótano del pabellón 19) no tiene las dimensiones mínimas para ser utilizado por más de 200 personas. Además, no cuenta con lavabos ni duchas como establece la normativa, la salida de emergencia está tapiada por las taquillas del personal ante la falta de espacio físico para colocarlas en otro lugar, no cuenta con ventilación ni salida de humos, el suelo es de cemento sin acondicionar y con varias rejillas de desagüe, no dispone de calefacción, está expuesto a corrientes de aire y se inunda cada vez que llueve.
Pero bueno, ¿dónde trabajan estos señores? ¿En un hospital de campaña? Parece increíble que construyan un edificio nuevo y que no tengan en cuenta las necesidades de los trabajadores que, no son sus usuarios finales, pero son los que pasan allí mayor número de horas. Al final, parece que se hacen las cosas de cara a la galería. Todo el que haya tenido que ir a Valdecilla sabe perfectamente que el aspecto del recinto no era el mejor, bien es cierto que lo más importante es ser bien atendido y salir de allí cuanto antes, pero si nos ponemos a renovarlo estaría bien hacerlo en condiciones, de una sola vez y teniendo en cuenta todos los factores, cosa que, en esta ciudad parece que nunca sucede porque siempre que se acaba una obra, surgen mil cosas que solucionar y otras tantas que renovar. ¿Será que nos gusta estar permanente en construcción?