Hay centros que se dedican, además de a la enseñanza, también a ofrecer cursos de formación para parados. El sistema habitual es que se subvencionan desde diversas Instituciones, como el Servicio Cántabro de Empleo (EMCAN), desde alguna consejería en concreto del Gobierno de Cantabria, desde el Gobierno de España o con algún fondo de la Unión Europea. El caso es que se paga con eso al profesor, las aulas y los materiales. Vamos, lo que cuesta el curso, para que el parado pueda mejorar su formación sin coste alguno. Es práctica habitual -no digo que sea el caso, Dios me libre- que se inflen algunos conceptos, que se emitan facturas un poco más grandes, de tal manera que al que lo organiza le quede algo más de cada curso. También ha ocurrido, recuerdo un caso en Andalucía, de actividades que se estaban haciendo oficialmente y a las que no iba nadie, pero todo en regla y con las correspondientes firmas de asistencia. Llegó un inspector y les metió una multa de escándalo. Pues bien, sin conocer con demasiada exactitud el caso, parece ser -que alguien me corrija si me equivoco- que en un centro de Santander han estado un buen tiempo castigados sin poder ofrecer cursos de formación por supuestas irregularidades en la organización de los mismos. No digo nombres que si no igual me ladra algún perro por la calle.
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3 comentarios:
Jajaja, será uno de esos donde tienes grandes amigos...
Que raro que ninguno siga nada ¿donde estan tus coleguis? A lo mejor estan demasiado ocupados con las homologaciones
Lo de los cursos de formacion es de traca, para lo unico que sirven al final es para que muchos chupen pasta sin enseñar nada. y lo se porque he sufrido algunos que... habria hecho casi lo mismo en el sofa...
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