¿Crisis? ¿Qué crisis?

Una de las cosas que más puede molestar a una persona es que la tomen por tonta. Eso puede ocurrir de varias maneras: una de ellas es que alguien se crea más listo y, por tanto, haga a otro pasar por tonto; otra es que, directamente, te llamen tonto a la cara. A nuestros políticos les van ambas. Después de prometer de todo, de tapar bastante y de mentir mucho, ahora nadie quiere hablar de crisis. Y, menos que nadie, José Luis Rodríguez Zapatero. Pero los datos ya los reconocen hasta sus ministros de Economía y Trabajo. Para el año que viene crecimiento por debajo del 2%, IPC al 4% (risas) y el paro en el 11%, en la Legislatura del pleno empleo según Z. En definitiva, es una verdadera vergüenza que en sólo 4 meses y, casualmente, después de unas Elecciones Generales, el país se nos hunda cuando antes iba de puta madre. O eso dicen ellos. En fin, que yo llego a pensar que realmente se creen que todos los ciudadanos nos chupamos el dedo o somos tontos de baba. La retórica no sirve para nada cuando las cosas vienen mal dadas y Z, a costa de la marejada del PP, se ha dedicado a tocarse los huevos a dos manos. Ahora, a ver si Rajoy y sus nuevos chicos empiezan a hacer oposición porque la situación es penosa. No me sorprende, evidentemente, porque llevo varias Elecciones votando en blanco y eso da idea de lo que confío en los políticos, pero no deja de joderme la inutilidad y el derroche de estos perfectos mequetrefes -algunos incluso iletrados o iletradas-.