Al salir del Paraninfo de la Universidad ayer por la tarde, un estudiante vio al presidente del Racing de Santander, Francisco Pernía, montándose en un imponente Audi S8 (la versión deportiva del A8) a la salida del Centro Cultural Modesto Tapia de Caja Cantabria, en la calle Tantín (en el que por lo visto se celebraba algún acto de la Federación Cántabra de Futbol). Los que lo vieron no pudieron apreciar si en el salpicadero llevaba la placa de minusválido, pero lo cierto es que, la portara o no la portara, él aparcó en un sitio reservado para esas personas que tienen una movilidad reducida. A simple vista, según nos comentaron quienes presenciaron la escena, el presidente del Racing andaba bastante bien.
Está claro que el respeto parece que, en algunos casos, no va aparejado a ostentar un cargo representativo importante.
sábado, 23 de junio de 2007
Por encima de todo
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1 comentario:
¿abuso de poder?¿la calle es suya?¿estas cosas no tienen sanción?¿ni una multita pequeña?aunque creo que merece una grande. Es increible.
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