jueves, 28 de junio de 2007

A vueltas con el mismo armario

Parece ser que al final no llegó a buen puerto lo de hacer ondear una bandera arco iris en el Ayuntamiento de Santander (resultaba realmente extraño que algo así pudiera pasar en esta ciudad).
En fin, son muchas las personas que, como yo, no entienden que tantos años después, una vez que ya está el tema bastante aceptado, se siga celebrando este día. En mi humilde opinión, tan válida como otra cualquiera, el 28 de junio que ya no se celebre el día del orgullo gay será el importante: el día que por fin el hecho de ser gay, bisexual o transexual se verá como algo normal. Después de todo, nadie celebra el día del orgullo heterosexual (y no es demagogia), ni el día del orgullo negro, chino o español... cada uno es como es y lo normal no es motivo de celebración.
Para los que no sepan de dónde viene esta peculiar celebración: Todo surgió en el levantamiento del 28 de junio de 1969, en un pequeño bar del village llamado "Stonewall Inn" en el que tuvo lugar el primer gran enfrentamiento entre los gays y la policía. A partir de esa "rebelión", gays y lesbianas comenzaron a organizarse institucionalmente. En Nueva York, el Empire State Building se ilumina anualmente de azul, lavanda y blanco para conmemorar el aniversario de Stonewall y, por tanto, el Día Internacional del Orgullo gay.
En conmemoración del acontecimiento tiene lugar, a fines de junio de cada año, el Desfile de Orgullo Gay que se desarrolla en buena parte del mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo peor de todo es que esto ha derivado al día del orgullo zombi.

Claro que siendo honestos, ese día deberiamos celebrarle todos, ya que seguimos actuando por ese instinto impuesto por la sociedad.

Como bien proclamó Romero en sus geniales películas acerca del tema...ellos somos nosotros.