Ya se ha hablado aquí en más de una ocasión de este tema, pero no me resisto a volverlo a hacer cada cierto tiempo para poner en tela de juicio a nuestros queridos políticos, los que tanto "trabajan" por nosotros. Se instauró el verano pasado un servicio de alquiler de bicicletas que cuenta con 100 unidades y funciona todo el año con tres puntos de recogida (escasos, me parece a mí). Desde el Ayuntamiento quieren potenciarlo, pero lo cierto es que la ciudad no dispone de infraestructuras suficientes para que los ciclistas circulen con la seguridad necesaria. El carril-bici disponible es muy reducido y no parece que se vaya a ampliar a más zonas. El centro de Santander es un verdadero peligro donde no hay aparcamientos para ellas y los pocos ciudadanos que las usan arriesgan el físico circulando entre el tráfico. Aunque para mí el problema fundamental es de índole cultural. En otras grandes ciudades europeas (Londres, París, Amsterdam...) es normal ver a gente de traje yendo a trabajar en bici. Aquí vamos en coche hasta al retrete y luego pagamos 60 euros al mes para hacer bicicleta en el gimnasio. Es cierto que el clima no ayuda mucho, pero últimamente no llueve tanto como antaño, por lo que en esos días se puede aprovechar y hacer un poco deporte de la que se va al curro y se vuelve. Señores Políticos: Necesitamos más infraestructuras para que lo del alquiler de bicis no sea como el día sin coches, que es de todo menos el día sin coches.
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2 comentarios:
Desde qeu empezaron a hacer el carril bici enSantander me he ido fijando en los de otras ciudades con gran trsiteza y vergüenza. Mientras nosotros teniamos una minibirria de carril bici, otras ciudades -que lo instalaron más tarde que Santander- montaban grandes carriles con sus pasos de cebra, sus carriles y sus semáforos.
Me parece muy acertada tu observación de que faltan infraestructuras, y sobre todo un cambio profundo de mentalidad en la manera de entender el transporte urbano en Santander. Sin embargo, creo que es necesario no obsesionarse con estas adversidades y ser constructivo. En otras palabras, usar la bici, y cuanto más, mejor. De esta manera se da ejemplo a otros ciudadanos y se reivindican mejores espacios para moverse con este tipo de transporte, que sin lugar a dudas es el más rápido, económico, saludable y sostenible para una ciudad pequeña-mediana como ésta.
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