No puedo evitar reírme al ver las hipocresias que hay en este mundo en el que habito. Pues no van y celebran el LX aniversario de la Declaracion de los Derechos Fundamentales. Pero, señores, ¿qué derechos? Si más de medio mundo vive sin ellos... Y lo peor de todo, nunca sabrán que existen. La creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1.948 trajo un halo de esperanza tras la cruenta Segunda Guerra Mundial, y nacía como alternativa, aunque parecía que mejorada, de la Sociedad de Naciones que se estableció tras la firma del Tratado de Versalles (1.919) que ponía fin a la Gran Guerra (Primera Guerra Mundial). Sin embargo, con el tiempo se ha comprobado que no sólo es imperfecta sino que nació con unos vicios que no ha podido superar, como, por ejemplo, el derecho de veto de los cinco países con asiento permanente. No ha sido capaz de hacer cumplir sus propias sanciones porque siempre ha estado a merced de los dos superpotencias y sus propios intereses. Y ahora, 60 años después de la Declaración de los Derechos Humanos, estos se pisotean declaradamente en el 80% del planeta sin que nadie haga nada. ¿Sirven para algo? Sí, para decir que están ahí, pero sin que se respeten, pierden su razón de ser. Es como la Constitución Española, que proclama entre los derechos fundamentales de todo ser con esa nacionalidad el de una vivienda y un trabajo dignos... Sí, no se rían que no es ningún chiste. Aunque lo parece, eso sí.
miércoles, 10 de diciembre de 2008
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1 comentario:
Esto no debería celebrarse porque es una vergüenza lo poco que se cumplen. Es celebrar que no conseguimos nada, es celebrar que la igualdad y la justicia no existen...
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