Como si de una suerte de atrezzo se tratara, el archiconocido carril-bici de la avenida de los Castros resulta que es la propia acera que había más próxima a la carretera pero con unas líneas pintadas a modo de factor "separador" de lo que no es lugar para bicicletas. He de reconocer que parece que el Ayuntamiento se descojona de los ciudadanos tratando de vender motos con cosas que, a la vista está, tienen un tufo a "deprisa y corriendo" que tiran para atrás. Además, se dan curiosas circunstancias, como cuando una marquesina se cruza en su camino enfrente de la Universidad, casi en Caminos. En ese momento, se traza una bonita curva para un lado, otra para otro y obstáculo salvado. Eso sí, no se ha pensado en las bicicletas, claro. Y luego, ni siquiera se han molestado en pintar el suelo por donde discurre del típico color anaranjado. ¿Para qué? Se habrán preguntado. El caso es que suena a cachondeo porque ni siquiera han adecuado la acera para que esté lo más lisa posible. En definitiva, un poco más de lo mismo, y parece que en los últimos tiempos lo que se lleva en política en nuestro país es la improvisación.
jueves, 24 de septiembre de 2009
Los carriles bici pintados...
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2 comentarios:
Lo mejor de todo .... el precio.
Como ya comenté el otro día, el km sale como el de la autovía a su paso por las Hoces.
Es de coña cuatro rayas mal pintadas! Eso si, que no se quejen que en vez de carril bici tienen carril Gymkana!!!!
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