Del Olmo contra las cuerdas

Ayer se confirmó la noticia: el TSJC (Tribunal Superior de Justicia de Cantabria) confirma la imputación de Javier del Olmo, consejero de Industria del Gobierno de Cantabria, por haber cometido, presuntamente, dos delitos de obstrucción a la Justicia y un tercero de prevaricación, al haber despedido a un directivo del puerto en represalia por declarar en un juicio contra él cuando era presidente de la AP (Autoridad Portuaria). El ínclito, defendido por la Abogacía del Estado -por todos, vamos-, ha intentado, por todos los medios, no tener que llegar a unos juicios que, probablemente, mancharán su nombre como consejero y el de todo el Gobierno, cántabro que le ha defendido. Quizá va siendo hora de que se plantee su dimisión, y, si no él, el señor Revilla, darle un empujoncito para que los ciudadanos no perciban que hay, presuntamente, algo sucio en Puertochico. Ya hablamos en su momento del doble rasero de Revilluca, que pidió la dimisón de Hormaechea, pero no es capaz de forzar la de un consejero de su propio Gobierno. Ahora dice que tienen que hablar los jueces. Cuando hablen, ¿qué dirá? La verdad es que del Olmo lo tiene bastante complicado porque el cerco se está estrechando y cada vez quedan menos recursos para no ir a juicio y sentarse en el banquillo de los acusados. Seguiremos el tema.