Me ha llegado un mensaje de un conocido que ayer ha tenido la desagradable experiencia de ver cómo un hombre, al que habían pillado robando en una tienda de niños de un centro comercial, se enfrentaba, armado con una gruesa cachava, a tres agentes de seguridad. Ellos esperaban su momento, porque -y esto los ladrones lo saben- no pueden tocarle un pelo a nadie. Al final, según cuenta, le consiguieron cercar en el aparcamiento y le redujeron, todo ello con gran resistencia y su mujer llamándoles de todo. Les acompañaba una niña pequeña, que presenció, claro, todo el espectáculo. Este hombre habló con una dependienta de otra tienda y le comentó que había casos de gente que salía por la mañana del juicio por robar -o hurtar- y por la tarde estaban de nuevo en el establecimiento saludando a las chicas. Es más, hay alguno con abogado propio y todo. De hecho, se saben la ley mejor que algunos jueces, y con ello juegan para salirse con la suya, porque "cogen prestado" al límite entre hurto o robo -creo recordar que son 300 euros- y siempre al descuido, nunca por la fuerza o con armas. Y si les pillan, echan a correr, a ver si hay suerte y no les trincan. Si no, ya saben que son servicios a la comunidad y poco más. ¿Es esto justicia? A mí me parece gravísimo que haya gentuza que se ría del sistema de un modo tan impune. Podría llegar a entender, eso sí, que alguien robara para comer -aunque seguro que hay otros métodos mejores- pero que se sustraigan perfumes o ropa de marca...
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1 comentario:
Al final esta gente sabe mas que nadie, lo hacen todo justo para que o les pase nada y luego vuelven. NO hay justicia
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