martes, 26 de mayo de 2009

Las cifras de Ryanair

Se montó la mundial en el parlamento de Cantabria por el tema de las subvenciones a la compañía irlandesa de bajo coste Ryanair. Resulta que el recientemente elegido consejero de Industria, Juan José Sota, ha salido a criticar a los chicos del PP por, según él, sacar a la luz pública las cifras del convenio entre Ryanair y el Gobierno de Cantabria por el periodo 2008-2012, que es de 16,2 millones de euros. Pues bien, resulta que estos datos han salido publicados en la prensa regional hace más de un año así que no tiene mucha lógica la queja del consejero, y menos poniendo de excusa que si se enteran de comunidades limítrofes nos quitan el chiringuito. Lo que habrá que hacer será mantener algo que interese a todo el mundo. La cantidad que se asigna a este asunto debería servir, en todo caso, para que la compañía mantenga un cierto criterio a la hora de establecer nuevas líneas o quitar las que no interesan tanto. Vamos, que haya un equilibrio entre el lícito derecho a ganar dinero y ser rentable y el interés general, que debería primar algunas veces por el dinero destinado por el Gobierno. Parece que últimamente se han reducido frecuencias que han supuesto eliminación de destinos, aunque desde el Gobierno se afirma que no hay nada oficial aún. Habrá que esperar a ver si se confirman esos malos augurios.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ryanair es lo que es, ni mas ni menos, para cosas puntuales y cortas sin maletas y casi sin respirar porque...

Anónimo dijo...

TE VOY A REFRESCAR LA MEMORIA A TI Y A TODOS LOS UCistas todos los días majete:

Fuente : Diario Montañes
LA ACADEMIA MACAYA SE HA CONVERTIDO EN UNA UNIVERSIDAD PARALELA A LA SOMBRA.

Muchos alumnos de la UC, especialmente de carreras técnicas, se apuntan al centro privado en el que reciben una enseñanza que no les da la pública
VIOLETA SANTIAGO
| SANTANDER

Lo sabe cualquier familia con hijos matriculados, sobre todo, en alguna carrera técnica en la Universidad de Cantabria: Macaya se ha convertido en la tabla de salvación de los alumnos de Industriales, Caminos, Ciencias, Físicas..., al extremo de que, en la sombra y sin hacer ruido, esta academia se ha convertido en una universidad 'paralela'. En muchos casos, los chicos se matriculan en primero de cualquier carrera y, al tiempo, piden plaza en Macaya. Ni dan un voto de confianza a la universidad ni esperan al primer suspenso. Van a Macaya de cabeza.
Y eso que el centro privado no es barato: cada asignatura que se refuerza en sus aulas cuesta 110 euros al mes, aunque los estudiantes obtienen rebajas si se apuntan a más de una materia. Por esta escuela, que cuenta con al menos siete sedes en la capital, pasan cada curso cientos y cientos de alumnos que, en ocasiones, ni se dignan pisar las clases de la facultad en que están matriculados. Prefieren aprender en el pequeño grupo, con todos los horarios, que organiza para ellos esta empresa, un verdadero 'alter ego' de la UC.
Aunque, luego, los exámenes hay que aprobarlos en la institución pública, donde se conoce de sobra la situación. Pero allí se limitan a 'anotar' lo que sucede, pese a que la eficacia de los profesores universitarios queda todos los días en entredicho.
(…..)
Sólo pierde la Universidad. Aunque lo que pierde es la confianza que sus alumnos, o sea, sus clientes, deberían depositar en ella. Los estudiantes son los únicos que son claros al abordar esta cuestión. Ni dirigentes de varias facultades de la UC, ni profesores de a pie de la misma quisieron pronunciarse.
Pero entre los que hablan, hay muchas coincidencias. La fórmula de la academia se basa en «machacar y machacar» sobre aquellos puntos que el docente universitario (el examinador) ha considerado importantes, y por tanto, ha preguntado en sus pruebas año tras año. «Se trabaja con los exámenes de los profesores. Al tener las pruebas de muchos cursos, se ve qué cuestiones le parecen a cada uno más importantes. Ellos, inevitablemente, se repiten al poner los controles», indicaron fuentes cercanas a Macaya.
Aprovechar debilidades
La academia se aprovecha, pues, «de las debilidades del sistema público. Como los profesionales universitarios están más a sus investigaciones y no se renuevan....». Esta persona añade que, por triste que suene, en las facultades, algunos docentes se centran en enseñar a los 10 ó 12 alumnos por curso que consideran que están dotados para sus asignaturas. «Y, para el resto, ellos ya cuentan con que irán a Macaya».
Y TE DEJO EL LINK DE PROPINA :) http://www.eldiariomontanes.es/20090126/cantabria/academia-macaya-convertido-universidad-20090126.html