Rebajas electorales

Lo que todos nos temíamos ya ha llegado: Las rebajas electorales. Mariano y José Luis enfrascados en un lamentable duelo por ver quién ofrece la mayor chorrada a costa del dinero de todos. Mariano prometió bajar los impuestos y crear no sé cuántas miles de plazas de guardería nuevas -esto lo prometen todos y seguimos igual- y José Luis ha dicho: A mí a espléndido no me gana nadie. Y ha soltado por esa boquita que, si gana las Elecciones, dará a cada español 400 euros, que saldrán del supuesto superávit de la Seguridad Social. Desde luego, medida más populista y tercermundista no la había visto en democracia, porque más parece de país bananero o comunista para acallar las quejas de los ciudadanos. Pan y circo, llamado vulgarmente. No sé si es que los sesudos que le llevan la campaña al presidente han creído descubrir América de nuevo, pero lo cierto es que me siento como si me acabasen de insultar a la cara. Ese dinero, si no se sabe qué hacer con él, guárdenlo, que ya vendrán las vacas flacas. O, mejor aún, inviértanlo, que para eso les pagamos, pero a qué fin nos tienen que dar una paga de 400 euros porque sí. ¿Qué creen que nuestro voto vale eso? Desde luego, aquellos que voten sólo por este motivo demostrarían que son exactamente como los políticos creen que son: Gilipollas. Aunque yo me inclino más por no votar a ninguno y decirles que los gilipollas son ellos. Cuestión de opiniones, supongo.