jueves, 24 de enero de 2008

Paciencia con la Bolsa

Seguramente a casi nadie le haya preocupado, pero lo cierto es que, según parece, la actuación de un solo trabajador de Societé Generale -uno de los mayores bancos de Francia- ha desencadenado uno de los peores días en la economía de las últimas décadas. Entró en el sistema sin estar autorizado y realizó operaciones para las que no tenía permiso. El resultado lo conocemos todos porque mucha gente ha perdido grandes cantidades de dinero. La Bolsa es un juego peligroso y todos lo sabemos, pero este tipo de acontecimientos son imposibles de predecir, mucho menos cuando la mano humana se mezcla en ello. También indican que la economía es frágil y que el menor movimiento en cualquier parte del mundo puede desencadenar una crisis que nos afecte a todos por igual, a los que invierten y a los que no. Y, desde luego, cosas que éstas son las que hacen que los comunes mortales ni nos planteemos invertir nuestro dinero -ganado en la mayoría de los casos con el sudor de nuestras frentes- en una auténtica ruleta rusa que puede acabar con todas nuestras ilusiones. No merece la pena el riesgo para lo que se puede ganar y al que le parezca que sí tiene que estar dispuesto a perderlo todo. Aunque bueno, ayer nuestro ahow-presi, Revilla, dijo en Buenafuente que la clave para invertir en Bolsa es tener paciencia, según él a largo plazo: no te harás rico pero tendrás unos ahorrillos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta entrada no la veo yo interesante pero bueno. En la bolsa, como dijo ayer Revilla en Buenafuente, hay que saber que a lo corto se pierde siempre y a la larga se gana siempre. Es así de sencillo, la gente de a pie no se va a hacer millonaria con ello pero si tiene dos dedos de frente sabrá sacarse unas pelillas.

Santanderino dijo...

Es inconcebible que hoy en día una sola persona pueda organizar semejante catástrofe mundial... o a lo mejor es eso lo que nos quieren contar, porque cuesta hasta creerlo. Pero ¿En manos de quién estamos? ¿y si esto lo hace alguien con más mala leche aun?