Ayer lo anunció el ministro Solbes: la construcción no tendrá ayudas de ningún tipo para paliar la crisis porque, según él, el mercado inmobiliario necesita un ajuste tras los abusos (sic) que se han cometido en los últimos años. Era algo evidente a lo que los constructores no querían verse abocados porque llevaban mucho tiempo siendo caballos ganadores. Es, al menos, un pequeño paso para evitar que esta gente, con las subvenciones de todos, sigan perpetuando unas condiciones draconianas que están suponiendo la bancarrota de muchas familias. Ya era hora de que alguien hiciese algo, aunque, en este caso, es mejor decir que no hiciese nada para evitar que el mercado se autorregule con la mítica ley de la oferta y la demanda. Que bajen el pistón de una vez para que la gente pueda emanciparse en condiciones y evitar que unos pocos sigan abusando de la mayoría. Señores constructores, pónganse las pilas porque si no se van a comer los pisos con patatas. No puedo evitar decir que me alegro en el alma y espero que siga siendo así. Basta de ayudas encubiertas que mantienen situaciones anómalas.
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3 comentarios:
Que les den por el mismisimo, si no enden los pisos que tienen que los regalen, que ya han ganado bastante.
Lo que no es justo es que pidan al goberno que les ayude.
Tanto como regalarlos no deberian obligarles a venderlo a precios de costo.
Se realimenta nuestra cultura compradora (no de alquiler) con las ayudas de los gobiernos a la vivienda, y no sólo a los constructores sino también a los ciudadanos.
Espero que no se extienda la supresión de ayudas a nosotros, aunque no sé si podrían hacerlo para viviendas antes de la entrada en vigor de una futura ley.
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