La nueva temporada ya ha comenzado hace un par de meses y los problemas vuelven a la zona del Sardinero cada vez que el Real Racing Club juega en casa. Esta vez es el testimonio de una ciudadana, a través de las cartas al director de El Diario Montañés, la que se queja de la tremenda insolidaridad que se vive en esos momentos. No puede llevar a sus hijas a jugar al parque de Las Llamas porque no hay quien aparque, pero no sólo eso, sino que va a ver a su madre, internada en una residencia en La Pereda, y el aparcamiento de ese centro está a rebosar de futboleros a los que poco importa molestar al resto de los ciudadanos mientras ellos estén a gusto. Y esto, claro, con la clara connivencia de las autoridades municipales, que se limitan a ordenar a sus agentes que impidan que aparquen coches encima de los delfines de la fuente. Lo demás, todo vale. Es intolerable, y habrá que seguir denunciándolo, que unos cuantos (18.000) marquen la agenda de la mayoría (180.000). Y eso es culpa de los insolidarios y jetas que quieren aparcar al lado del campo 5 minutos antes del partido y de los agentes -no de ellos, sino de sus "políticos" mandos- que permiten este tipo de tropelías que, por ejemplo, en verano no permiten en las playas cuando no hay sitios para estacionar. ¿Por qué este doble rasero?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Yo soy uno de esos futboleros, eso si, dejo bien aparcado mi coche. Yo no me quejo de cuando por ejemplo los dias de toros cortan la calle Jeronimo Sainz de la Maza y las calles adyacentes a la plaza. O cuando hay un jodido concierto gratuito en el Sardinero y tampoco puedo aparcar alli si quiero ir a darme un paseo. Tampoco me quejo cuando hay espectaculos en el Palacio de Festivales, o cuando cortan la S-20 para que cuatro monos en bicicleta se paseen por ella y yo tenga que ir por la avenida Cantabria si quiero ir al Sardinero o viceversa... Tampoco me quejo de que hayan chapado la Plaza Porticada para poner alli ridiculas carpas y señoras como esta que se queja, puedan soltar alli a sus criaturas. Estoy hasta los COJONES de estas cosas y de muchas mas, y nunca he dicho nada.
Publicar un comentario