domingo, 26 de agosto de 2007

Reciclar en Santander: complicada tarea

Nos bombardean las televisiones, radios y periódicos con un mensaje de reciclaje. Se nos acaba el planeta, vienen a decir. Cuidado. Recicla, que es fundamental. Está genial que nos lo pidan a los ciudadanos de a pie, los que más contaminamos, parece, pero, y en Santander, ¿cómo lo hacemos? Algunos ciudadanos tienen que recorrer -cargados con periódicos, cartones o latas- cientos de metros para poder dejar, en su correspondiente contenedor, todo lo que tienen en sus casas. ¿Qué pasa? Que la gente se acaba cansando y lo tira todo junto al que tiene en la esquina de casa destinado a la basura orgánica. Los políticos deberían concienciarse más con esto y no con lanzar campañas cosméticas en momentos puntuales que pretenden conseguir algo pero no llegan más allá de una simple declaración de intenciones. Por no hablar de algunas grandes empresas, que contaminan a mansalva y nadie les dice nada. Al final, como siempre, los pringados seremos los responsables de que el mundo se vaya a la mierda. Está bien concienciar a la gente de que recicle, pero es obligación de los políticos que lo puedan hacer con la mayor comodidad y facilidad. Y aquí, en Santander, de momento la cosa no va muy bien. Por no hablar de lo que tardan en recoger algunos contenedores de cartón o cristal, que rebosan y siguen llenándose más y más. Un poquito de responsabilidad por parte de TODOS -y digo todos- hará de este planeta algo más habitable.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo esto del reciclaje no lo acabo de ver... Demasiada complicación para el ciudadano de a pie que no tiene tanto tiempo para estas cosas. Al final todos somos muy ecológicos, siempre y cuando sea fácilito, como nos compliquen las cosas... adiós muy buenas: reciclamos papel y envases pero luego el aceite va por los desagües españoles y es basttante más contaminante pero como no se ve... será que da igual...
¡Qué panda de hipócritas estamos hechos!
Recuerdo los tiempos en los que en los supermercados se reciclaba el vidrio y pagaban por ello, cuando mi abuelo me llevaba, me dejaba meter las botellas y encima luego ¡¡me daba las moneducas que daban!!
si volvieran esos tiempos de pagar por el vidrio seguro que todos reciclariamos más porque al final, parece que el Medio Ambiente es algo que nos pilla un poco de lejos.