Creo que todos recordamos hace mucho tiempo cuando en Santander había semáforos que pitaban para que las personas invidentes pudieran saber en qué momento cruzar. Nadie sabe cómo pero desaparecieron misteriosamente y las dificultades para esa gente con una discapacidad aumentaron. Parece que se va a poner fin -esperemos que definitivamente- a esta situación tan lamentable, y el Ayuntamiento de Santander va a dedicar 135.000 euros para adecuar todos los semáforos de la ciudad a esta realidad. Ya habían hecho lo propio con los autobuses, instalando un sistema de megafonía que informaba de las paradas. Con ello se aumenta la seguridad y se van eliminando barreras a unos ciudadanos que tienen muchas más que cualquiera de nosotros. Es de justicia. Eso sí, es lamentable que se acometa en el año 2008, cuando es un sistema relativamente sencillo. En fin, que tampoco hay que ser siempre negativo y aunque tarde, era una obra completamente necesaria y con la que Santander se convierte en una ciudad más tranquila para los invidentes.
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3 comentarios:
Es cierto, recuerdo cuando era peque y pitaban y cuando el pitido era rápido significaba que tenías que correr con las minipatitas esas que tenemos de niños, un carrerón, vaya.
La verdad es que es un poco lammentable el estado de los semaforos, antes creo recordar que la gran mayoría de ellos pitaban, pero poco a poco fueron desapareciendo los pitidos.
Bueno, a ver si es verdad y poco a poco vamos integrando a los que lo tienen más dificil porque la cosa está bastante mal para cualquiera en general que tenga algún tipo de dificultad.
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