Ya se ha hablado en más de una ocasión en este blog sobre este aborto del Ayuntamiento de Santander, inaugurado deprisa y corriendo para las pasadas Elecciones locales y regionales y posteriormente parado a la mitad. Pues bien, ahora, el alcalde de Santander sale a la palestra para defender la autonomía de la ciudad a la hora de elegir cómo finalizarlo. Parece que el máximo regidor municipal se ha mosqueado ante el intento del Gobierno de Cantabria de poner un poco de orden en tanto desaguisado. El parque es muy caro, no tiene casi árboles, la laguna ya es una ciénaga y el asfalto campa por doquier. ¿Es eso lo que querían los santanderinos? Pues yo creo que no. Está bien que antes eso fuese un lodazal lleno de suciedad, pero ante la perspectiva de hacer algo bonito, podían haberse esmerado un poco para no hacer un adefesio de esas características. Todavía se está a tiempo de hacer otra cosa en el trozo que falta pero mucho me temo que el atropello continuará para desgracia de todos. Ahora llegará el verano de nuevo y las obras estarán aún en marcha porque parece que es nuestro sino en todas las obras: Tarde, mal y nunca. Señor Alcalde, no se ofenda y escuche un poco porque igual sabe más Cioli que cualquier de los ingenieros o arquitectos que han diseñado ese esperpento.
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2 comentarios:
Desde luego, los "ingenieros" o "arquitectos" o "hijos de" o "amigos de" que planean las obras que se acometen en esta ciudad han demostrado con creces que, no sólo no son los mejores en lo suyo, sino que encima ni siquiera estan entre los inteligentes.
No hay más que ver las barrabasadas que cometen a diestro y siniestro. ¿Acaso no sabían que cavar varios pisos al lado del mar (en un terreno que ya fue ganado al mar) les llevaría directos al agua? - Castelar- ¿Acaso no pensaron que metiendo grandes taladradoras en una zona en la que los edificios son bastante antiguos podrían provocar daños en los cimientos (daños qeu nadie ha reparado ni se molestarán en hacerlo porque una mano de pintura lo tapa todo)? -Mercado de la Esperanza-. Por amor de dios, más les valdría a los que meten a sus amiguitos o a sus interesados en este tipo de gestas que les preguntaran a los niños pequeños, cualquiera de ellos, con gran astucia, les dirán que cuando cavan un hoyo en la playa y quieren agua lo hacen cerca de la orilla.
Cuestion de lógica.
¿Parque? por decir algo me imagino... eso sigue siendo la Vaguada de las Llamas.
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