Ayer apareció en Cantabria la nueva edición para la región del diario El Mundo, que se llama "El Mundo Hoy en Cantabria". Los 10.000 ejemplares con los que comienzan su andadura se agotaron ayer según fuentes del propio periódico. Pues bien, sólo ha habido que esperar dos días para ver quiénes mueven los hilos por detrás. Hoy aparecía una entrevista a Alberto Gómez Otero, hijo de José Gómez Otero, presidente de Pymetal, y de quien ya hablamos aquí después de las elecciones en CEOE. Alberto, que se postuló para el puesto de secretario general de CEOE-CEPYME Cantabria, se despacha a gusto con Miguel Mirones, actual presidente de la Patronal cántabra, con el inestimable apoyo de Juan Dañobeitia, periodista que firma la "noticia". A Alberto se le nota el resquemor porque eligieron a otro -parece ser que mejor preparado- en vez de a él. Ahora, como secretario general de la FEC -Federación Empresarial de Cantabria- quiere defender que esa asociación creada por constructores y algunos representantes del metal tiene plena legitimidad. El Gobierno de Cantabria se la ha negado por -según el criterio de su departamento jurídico- numerosas irregularidades de porcentajes y de adhesiones. Pero, qué casualidad, ninguna pregunta sobre este tema en todo el texto. ¿Será por algo? En fin, la pataleta continúa con la ayuda, según nos han comentado, de una constructora, que soporta económicamente la edición cántabra de El Mundo. Desde luego, mal empezamos porque la entrevista no puede ser más torticera y tendenciosa. Ya se ve que no hay alternativas periodísticas en esta región. Qué lástima.
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6 comentarios:
Siendo El Mundo no pintaba excesivamente bien la cosa, y viendo la panda de "periolistos" que hay metidos en él (la mayor parte exlistillos del periódico que más promueve el analfabetismo en este país) y el resultado del primer ejemplar, la cosa da bastante grima, por no decir pena.
Me da auténtica lástima ver en lo que se ha convertido el periodismo en esta región, siempre los mismos 4, el problema es que esos mismos 4 encima no son buenos, porque si lo fueran y trabajaran con rigor sería el primero en estar agradecido de que fueran ellos.
Qué suerte tuve de largarme de Cantabria antes de que los tentáculos de Pedro Ojete extendieran su abrazo a la tierruca. De no haberlo hecho, igual hubiera tenido que buscar trabajo allí. Mis credenciales con la edición ibicenca del periódico me hubieran servido de algo, tal vez, pero a ver qué tragaderas tendría que exhibir yo para escribir allí, a la vista de lo que cuenta Mr. X.
La verdad es que si que es una suerte sí, esperemos que el perdedor esté en algún medio más interesante o, al menos, más libre. Yo también tengo suerte de no tener que bajarme los pantalones como algunos de sus redactores, hay profesiones mucho más dignas que la de periodista, de hecho, tal y como se está poniendo la cosa, casi cualquiera.
A mi modo de ver, ser periodista sigue siendo mejor que ser comercial de telefonía puerta a puerta. y lo digo como conocedor de ambos curros ;)
Más en serio, el periodismo todavía tiene dignidiad siempre y cuando no sea lameculos del poder ni se dedique a contar los amoríos de Ana Obregón. O eso me gusta pensar ;P
Yo también soy periodista, bueno, tengo la licenciatura, y la verdad es que para tener trabajo me he dado cuenta de que practicamente la única posibilidad que hay es la de vender el alma al mejor postor, sin ideas, ni creencias ni nada, simplemente dejarse llevar, para el que pueda, claro...
Gómez-Otero se ha descalificado el solito, resultando francamente patético en sus afirmaciones en general y en particular en las que se refiere a las mujeres empresarias como "mujercitas", es prepotente, intolerante, y chulo a más no poder, y un pésimo ejemplo del empresariado cántabro, si es que se le puede llamar así, ya que según me han contado, no tiene ni empresa. Patético.
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