Los conciertos estivales

Puede que empiece a parecer que me repito más que el ajo, pero es que esta ciudad mía me lo pone... fácil no, facilísmo.

Ayer, por pasar el tiempo, me acerqué a La Magdalena a ver que se cocía entre Coti, Mikel Erentxun y compañía. Pues bien, más de lo mismo. El monopolio de este tipo de eventos en la organización da lugar a conciertos en los que la mayor parte del público sale defraudado, a pesar de que los artistas cumplan su cometido de la manera más profesional. Lo de anoche empezó pasadas las 20:00 de la tarde con dos grupos de teloneros a los que, con todo el respeto, poca gente conocía. A las 22:00, después de aguantar el mismo espectáculo de El Pulpo de la semana pasada (señor, o varía su repertorio o no vayas a dos cosas tan seguidas porque se hace cansino y pierde el buen gustillo que había dejado la primera vez), salió Mikel Erentxun, no sé el rato que estuvo cantando, pero la salida de Coti se demoró hasta pasadas las 00.00 de la noche. Lo que hizo que muchos abandonaran el recinto sin ver al "Rodríguez", con la correspondiente retirada de barreras de entrada antes de la salida del que en teoría era el "cabeza de cartel". Todo esto aderezado con insoportables tandas de publicidad, necesaria para eventos gratuitos pero no creo que muy efectiva para el público allí concentrado.

A todo esto hay que sumar el abusivo precio de las cosas en el recinto (cachis -12€- y comida), la mierda que se acumula en la campa (a pesar de que la gente sea guarra, diré que esta vez tenían excusa pues no habían puesto ni una sola papelera), etc, etc.

En fin, esperemos no tener que volver a repetirnos con estos temas y que algún día mejore la cosa.