Sí, amigos. Cuando pensamos que las obras se habían acabado, una vez finalizada la época electoral, nos encontramos con la cruda realidad de nuevo. Hay varias diseminadas por la ciudad, pero una que molesta especialmente es la de la zona de la calle Castilla y transversales. Un lector del blog estuvo a punto de pinchar dos ruedas esta semana cuando iba con su coche por la noche y pasó por encima de una valla caída. Además, el caos de tráfico que se monta a ciertas horas es espectacular, y puedes tardar en recorrer 1 kilómetro 25 ó 30 minutos. No está mal la marca, ¿verdad? Y eso que el Ayuntamiento prometió que en julio y agosto se pararían esas obras por la llegada de turistas a nuestra ciudad. Deben haber considerado que, como llovía, se podía seguir con ellas. Se improvisa siempre y se miente si es necesario. A gusto del político, claro. Nadie pide una autovía en la calle Castilla, pero sí una cierta lógica a la hora de acometer este tipo de reonovaciones, ya que hablamos de miles de personas afectadas. Un poquito de sensibilidad y de respeto nunca vienen mal.
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2 comentarios:
No solo la de la calle Castilla. En el Alisal, la salida hacia la S-20 lleva en obras desde hace un montón de meses. Es una subida de nada (¿100 metros?) pero cada vez que paso por ahí parece que está exactamente igual: un camino de tierra.
Hubo un tiempo en que estaba cortada al tráfico, pero alguien apartó las vallas y desde entonces se puede pasar en coche, más o menos. Esa es otra obra que, aunque parecía poca cosa, nos va a acompañar probablemente por muchos meses más :-(
Por no mencionar el inacabado Parque de las Llamas. Hay una muro metálico en mitad del mismo que dice irónicamente "estamos trabajando para usted, perdone las molestias". Pero no hay nadie *nunca*. Hemos pasado de la obra contínua, con tres turnos de trabajo a la parada total.
Supongo que después del frenesí pre-electoral estaremos hipotecados hasta las cejas y hasta que no haya nuevas elecciones no se acabarán estas obras. Es muy triste que se administre tan mal el tema de las obras. En fin, para cuando tengamos que volver a votar se nos habrá olvidado, como siempre.
Mil obras incómodas y, encima, cuando no han acabado una se meten en la siguiente...
Lo que más me preocupa es esa tendencia a dejar Santander hueca, al final, con esto del calentamiento global y el deshielo de los polos seremos una ciudad hundida pero es lo que merecemos. no se puede ir ganando terreno al mar y luego cavarlo... En esta bendita ciudad la inteligencia a la hroa de hacer ese tipo de obras brilla por su ausencia.
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