Aunque la carrera espacial empezó antes, evidentemente, el 4 de octubre de 1957 se lanzaba al espacio el primer satélite no tripulado. Y lo hacían los rusos con su Sputnik ("compañero de viaje", en ese idioma), tomando la delantera en esa "competición" que llevó a los científicos más prestigiosos del mundo a trabajar en uno u otro lado del Telón de Acero. El objetivo era claro: llegar antes que el otro a la luna. Parece que lo consiguieron los americanos en 1969 y, a partir de ahí, lo importante era ser mejor, llegar más lejos, tener la última tecnología. En fin, la Guerra Fría. Después de los Sputnik llegó Laika y más tarde Yuri Gagarin y las Soyuz ("unión"). Eran otros tiempos, que nos suenan realmente lejos pero que no lo están tanto. Todos recordamos la caída del Muro de Berlín, Gorbachov y su "Glasnost" (transparencia) o a Yeltsin subido en un tanque en Moscú durante aquellos difíciles días. Hemos sido testigos de algunos de los momentos más importantes de la historia reciente, cuando las potencias eran dos y el miedo al holocausto nuclear sobrevolaba nuestras cabezas. Ahora los enemigos son otros y al mando del mundo está en manos de un tejano bastante peligroso. Pero hay una cosa que no cambia, a pesar de los numerosos acontecimientos sucedidos: la ONU sigue siendo la misma y continúa sirviendo para lo mismo. Es decir, para nada. Su estructura es arcaica y está completamente desfasada. Además, no puede asumir los retos de la sociedad actual con conceptos como el derecho de veto, en una sociedad que debería apostar por el consenso. ¡Pero qué difícil es eso! Enhorabuena al Sputnik, y a ver si encontramos un "compañero de viaje" adecuado que nos guíe hacia el futuro.
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2 comentarios:
Tema un tanto específico para este blog...
Esto del Sputnik... yo soy d elas qeu creen que el hombre no ha pisado la luna así qeu me queda un tanto grande el tema.
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