miércoles, 31 de octubre de 2007

Y encima la local...

¿Hay alguien en esta bendita ciudad que se preocupe de facilitar la vida de los ciudadanos o, al menos, de procurar que los que nos la dificultan no queden impunes? Por si tenemos poco con los agentes de movilidad que, menos moverse, hacen de todo, también hay que lidiar con la Policía Local.
Muchas calles existen en Santander en las que aparcar es misión imposible, pero no por eso podemos dejar el coche donde se nos antoje porque, sin lugar a dudas, lo que para nosotros es una comodidad, a alguien le supondrá un perjuicio.
A diario veo coches mal aparcados, que no parados porque la gente sale y desaparece - que digo yo que qué menos que ya que se molesta a los demás estar un poco pendiente ¿no?-, en diferentes calles y me pregunto quién y para qué habrán puesto agentes de inutilidad.
Ayer mismamente, fui testigo de cómo un coche al que habían rozado estando mal aparcado (invadiendo la acera sin apenas permitir el paso de los viandantes) salía totalmente impune, mientras que el golpeador -al que se le había saltado el freno de mano- sufría multa por mal aparcamiento y, encima, se lo llevaba la grúa. Pero no es esto lo grave, lo es que en esa calle, cuyo lado derecho es zona limitada de carga y descarga -hay unos cuantos bares- haya aparcados vehículos particulares a ambos lados a diario y a cualquier hora, sin que nadie haga nada por evitarlo con el consiguiente incordio que supone para los pobres transportistas que no pueden efectuar sus maniobras en condiciones. ¿Es esto normal? A mí me parece que no, pero bueno, ya me he acostumbrado a que en esta ciudad las cosas funcionen de aquella manera. Y no hay más.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso pasa en casi todas las calles de Santander... Es una vergüenza que la gente tenga tanto morro y que nadie haga nada por evitarlo.

Anónimo dijo...

¿No estarás hablando de Tantín o San Celedonio?

Anónimo dijo...

Les torean y no se imponen, ese es el problema. La gente mueve el cohe cuando están cerca y a los 10 minutos o esa misma tarde vuelven a colocarlo en el mismo sitio.