En este reino de taifas que es España, donde cada uno hace lo que le sale de las pelotas, ahora nuestros amigos vascos -unos pocos, por suerte- de ANV (Acción Nacionalista Vasca) reclaman en su megalómano plan de "supereuskalherria" a Castro Urdiales, que pasaría a llamarse, probablemente, Castro Urdialak. O Castroak Urdialek. O como quieran. Sin entrar en si hace 6 siglos Castro Urdiales pertenecía a Vizcaya o a Estonia, no entiendo la manía de algunos de romper las reglas de juego, que se firmaron en 1978. Hay quienes no reconocen esa Constitución, emanada del consenso de todos los partidos políticos, incluido el comunista, que estuvo proscrito 40 años en nuestro país. Entre aquellos que negociaron la Carta Magna estaba un representante del PNV, los mismos que ahora no tienen suficiente con lo que tienen que, por cierto, es mucho más de lo que disponemos los cántabros de los Presupuestos Generales del Estado. Porque si ellos se quejan, nosotros igual teníamos que montar la mundial, ¿no? Está claro que cada uno va a su bola, y la solidaridad es una cosa que queda muy bonita en el papel, pero cuando se consigue algo, nadie lo quiere soltar. Estos partidos nacionalistas son como los niños malcriados, que por mucho que les den siempre estarán pataleando y pidiendo más. Si no se les educa desde el principio, nada se puede hacer después. Todo es respetable, pero basta ya de este tipo de mamonadas, porque ni al PNV, ni a Batasuna, ni a ETA, ni a sus partidos satélites les interesa separarse de España. ¿Por qué? Porque el dinero que les llega es el de todos y es mucho, para hacer lo que les dé la gana. Y, además, si se van de España, también se irían de la Unión Europea. Así que tranquilos, que esto no se rompe y nadie se va. Sólo quieren más pastel. Ingratos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Villaverde ya esta perdida... y Castro Urdiales... poco podemos hacer.
El País Vasco ira desde La Coruña hasta Cataluña, anexion a anexion, lento pero seguro, así se consigue territorio hoy en dia.
si quieren ser vascos que lo sean.
Publicar un comentario